A partir de la investigación de la Fiscalía, los elementos recogidos han reforzado la hipótesis del suicidio del padre Juan Viroche. Sin embargo, los indicios sobre presiones externas hacia el sacerdote por sus denuncias contra la venta de drogas aumentaron con el paso de los días. A tal punto que el propio fiscal Diego López Ávila anunció el viernes que solicitaría a la Justicia Federal que inicie una causa por narcotráfico.
Ayer, un dato más se conoció en medio del proceso judicial. Tras la muerte del cura, cuyo cuerpo fue encontrado en la parroquia de La Florida, la Comisión de Derechos Humanos (DDHH) de la Legislatura de Tucumán emitió un escrito dirigido al fiscal en el que consta que Viroche había denunciado dos robos en la iglesia en las últimas semanas y que estos habrían estado vinculados con sus acusaciones públicas por la venta de estupefacientes.
El titular de esa comisión legislativa, Fernando Valdez, confirmó los contenidos del documento dirigido a la Fiscalía de Instrucción en lo Penal de la IV° Nominación, y ratificó que en una reunión con los integrantes de la Comisión de DDHH, que se realizó el 2 de junio pasado, el religioso había hablado sobre dos hechos delictivos que se registraron en la iglesia. “Contó que habían robado en la parroquia dos veces. Una, cuando profanaron la imagen de la Virgen, al hurtar su corona. El segundo caso fue el robo del equipo de audio que se usaba para las actividades religiosas. Sobre esto, nos contó que el nuevo comisario de la zona le había sugerido que se trataba de ‘mensajes’ por sus discursos antidrogas, aunque no dio nombres. También comentó que había pedido el traslado de esa parroquia en el mes de diciembre”, expresó el legislador. El parlamentario relató que el cura había mantenido esa charla con el responsable entonces de la Comisaría de Delfín Gallo.
En el documento, el presidente de la Comisión de DDHH pidió informes sobre las denuncias del padre Juan, entre otros datos.
El viernes trascendió un audio en el que se escucha al religioso referirse a amenazas y presiones que venía sufriendo. En la grabación también advertía que las intimidaciones estaban dirigidas a su familia por parte de los “transas” denunciados.
Sin embargo, en un fragmento de la grabación, vía la aplicación de celular WhatsApp, deslizó que esas acciones en su contra podrían haber estado vinculadas con acusaciones contra la gestión comunal de la zona. “Pero los transas y los dealers tienen quién los cuide. Y todo comenzó después de una denuncia de derechos humanos con gente pesada, de la comuna, de Delfín Gallo, de la Policía. Vaya uno a saber, quizás yo estoy haciendo demasiado alarde, pero esa es la situación. Yo termino las fiestas patronales y ahí veremos qué pasa. Esa es la situación difícil que estoy viviendo”, explicaba Viroche, de 47 años, quien fue encontrado sin vida el miércoles dentro de la iglesia, en La Florida.
La Comisión de Derechos Humanos, presidida por Valdez, recibió al sacerdote y a vecinos de la Comuna de la Florida y Luisiana con el fin de escuchar los reclamos de los pobladores del este tucumano, había confirmado entonces la Legislatura provincial.